Como asesores y auditores, cada vez son más las empresas de tamaño pequeño y mediano, e incluso autónomos, que solicitan nuestros servicios profesionales con el principal objetivo de revisar de forma exhaustiva sus contabilidades y liquidaciones tributarias. Lo hacen de forma voluntaria pues no están sometidos a la obligación legal de auditarse, y quieren asegurarse de que se están haciendo bien las cosas. Buscan la tranquilidad de que un tercero experto independiente revise y valore su situación. No quieren tener sorpresas desagradables por comprobaciones, actas, sanciones y otros que quitan el sueño. Hoy en día son frecuentes las derivaciones de responsabilidad a personas físicas por deudas tributarias de sociedades con lo que si no se hacen bien las cosas las deudas de terceros pueden afectar al patrimonio personal de administradores, socios y otros. Sigue leyendo
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